jueves, 4 de abril de 2013

Carta número XVII

A I: Pensarte, desearte, adorarte,esas son las cosas que me hubiese gustado hacer contigo, recorrer tu pielmientras pienso en como entretener tu cuerpo, en cómo llevarte hasta las nubespara después devolverte a la tierra sin que nada te hubiese pasado, ser tu guerra cada noche y tu tregua cadamañana, respirar el aliento que sale de tu boca y después volverme uno contigoen el misterio de tus labios, ver un amanecer juntos… tantas cosas, que quedanhoy en la duda y la incertidumbre. Empezare por el reencuentro…porque fue un reencuentro lo que sucedió entre nosotros, un conocer a aquellapersona de ojos cafés puros que entendía el mundo desde su forma taninteresante, aquel cuyos sueños no han sido rotos todavía como los míos y esome dio esperanza, me hizo creer en un futuro, en estar juntos, en conocer elmundo a través de tu historia… entonces sucedió lo inevitable nos besamos, fuemágico en algún sentido, lo fue me despertaste de un letargo como de un sueñose tratase, tu toque suave y tímido, tu esencia a café, a flores, a lo salvajee indomable me cautivo, y aún hoy escribiendo está carta huele a ti, mientraslas lágrimas recorren mi mejilla y la soledad me abraza… así como si por artede magia se tratase vuelvo al sueño del que alguna vez me despertaste. Pienso en ti, sí bien es ciertolas cosas entre nosotros no pudieron suceder porque existía un intermediarioentre nosotros alguien que te jalo y te domino y que a mi punto de vista tecompro con regalos, que solo se pavonea ante los otros en las fotos diciendo “Yole di… yo le hice… yo estoy…” miro sumirada gélida ante tus gestos tiernos y pienso solo es un capricho… pero tambiénen cierta parte me encapriche contigo los primeros momentos quería tenerte solopara mí darte todo lo que soy a ti, ahora no, busco y procuro tu felicidad,busco que seas feliz a tu manera aunque mi tristeza cada vez sea mayor pero túeres feliz; tú conocerás el mundo y viajaras vivirás aventuras y yo estaréfeliz por ti, porque tu felicidad es lo más importante aunque nunca veasrealmente todas las cosas que pude aportante, aunque buenas o malas, te pudedar algo…. El tiempo que pasamos juntos lo atesorare. No me gustaría que pidierasperdón… las cosas las hiciste los besos los dimos, las caricias fueron hechas yel hecho de estar o no estar juntos solo puede quedar entre nosotros sinembargo, las cosas fueron hechas con entendimiento y conocimiento situacionaldel entorno y por eso agradezco poder haber estado contigo en esos momentos yque me pudiste dar tu lado más tierno, así como poderte volver fuerte en tus momentos de mayor debilidad, portodo eso te quisiera decir que hicimos lo correcto aunque tal vez no en elmomento correcto y espero algún día veas hacia atrás y no te arrepientas puesyo sé que me arrepiento en cada momento que estoy escribiendo esto y estoymatando lo que siento por ti, poniéndole un borrado a todo y solo quedarme contu sonrisa una última vez. Creo que nunca entendiste, nuncaviste a través de mí, como yo miro através de ti, te quedaste siempre viendo una masa amorfa de cuerpo de algo quepudo ser, lo entiendo a veces yo mismo me doy asco por no tener la apariencia estéticaque me gustaría tener sin embargo, creo que eso pudo haber cambiado si tan solohubieras visto los cambios que he hecho por ti, pero todo queda en el silenciode lo que pudo ser en la estética de lo indómito, y en lo anacrónico que suenatodo esto leyéndolo en esta carta. Me gustaría seguir diciéndote máscosas pero todo ha sido dicho en estas letras, en todo lo que quise y no fue medespido como siempre en todas mis cartas “Por cada risa que debo y yo no estoy”. Atentamente: Alejandro

No hay comentarios:

Publicar un comentario