Mañana

Mañana el café dejará de saber a sal, y la música dejará de astillarme el corazón
Mañana, simplemente mañana, el sol volverá a nacer para quemarme
Para humillarme en sombras inexistentes, en castillos de plata
Que he creado y que he derrumbado.

Mis ojos se van al futuro, y mi cuerpo se queda en este presente continuo
Y de realización cierta, punible e incongruente
No quiero, ver llover, pero aquí siempre llueve
Llueve a la una, a las dos a las tres…, cuando estás cerca y cuando te vas

No deja de llover, el cielo está despejado y sigue lloviendo
No hay esperanza, o tal vez nunca la hubo…

* Escrito a medias porque anduve escribiendo una cosa de derechos de autor en otro lado

Intenté escribir uno llamado “Luna llega” y salieron estos dos abortos en vez

Me duele

Duele no tenerte aquí, no saber que estas para mí hoy
Pero duele más el saberte que te he amado y me amaste
Duele, tanto duele, que… ya ni me acuerdo si me duele

Y tú fantasma sigue aquí

Y tú fantasma sigue aquí, parado, viéndome con ojos de lamento
Observándome todas las noches a través de la cornisa de mi puerta

Y cuando te veo pasar ni te saludo, ni me saludas, ni nos saludamos
Y cuando nos observamos solo sonreímos como si nada hubiere pasado
Mirando la tristeza del otro, sin saber realmente que fue lo que nos paso

Más mares entre nosotros, solo días grises, lunas verdes
Porque las negras están muy gastadas
Porque mis silencios cada día se vuelven gritos
Y porque los ahogo dentro de un café
Negro como mis pupilas, y petrolezco
Como…, como yo

Y mientras más miro a la cornisa ahí está tu fantasma
Blanquecino, etéreo, tratando de decir algo que no quiero oír
Por eso no te miro, porque me atormentas

Porque nos atormentamos, y porque te extraño
Entonces te olvido y te naufragio en pensamientos
Que no tienen fin
Que nunca lo han tenido

Y sinceramente
No te miro, porque sé que mañana tu fantasma estará allí
Esperándome a través de la cornisa de mi puerta

En este mar

En este mar de pesadilla, no hay nada, ni una sombra
Solo se oye una y otra vez la misma canción, de una vieja
Sirena, solo hay una estrella que cada vez se más aleja
En este mar el olvido todo de a poco se lo lleva

No hay nada, solo un viejo marinero con la vista en el horizonte
Con la mente pérdida en tantos ayeres que fueron de a poco
Mejores, aquí la arena es negra, está tan muerta como el último sobreviviente

En este mar de olvido, que ahora miro por la ventana,
Se ve un horizonte donde ningún barco pasara
Donde las gaviotas no vuelven, por más que las llame
Y donde mi corazón se parte en dos

Porque tú fuiste algo más, mucho más de lo que te imaginas
En este mar, donde ahora te pierdo, donde nunca te tuve
Donde siempre te quise llevar, ahora los cielos son grises
Y las gaviotas no cantan

Primera época

Encontré estos poemas de la primera época en la que escribía, antes del gran incendio como sea aquí se refleja el cambiazo que he tenido

Olvido

No recuerdo tus pasos,
Tus sombras, tu perfume,
Cuando tu estabas en mis brazos
Todo de mi mente se esfumo

No recuerdo quien eres
Solo recuerdo el sentimiento
Pero todo se lo ha llevado el viento
Incluso aquellos deseos ardientes

Intento pero no puedo
Recordar quien eres
Pero cada vez muero
Pues no se quien eres

Recuerdo el sentimiento
Pero no se quien eres
Tal vez seas una sombra vacía
Con un alma rancia
O tal vez ya no me quieres
Y solo me quedo el sentimiento

Quien sabe simplemente te he olvidado
Como se olvidan las pequeñas cosas de la vida
Al sentir el alma cada vez mas y mas vacía
Pero este sentimiento no ha acabado

No te recuerdo lo se
No recuerdo tu mirada
Tus ojos ¿cómo eran?
¿Son aquellos que la esperanza crean?
¿Alguna vez te dije que te amaba?
Se que así fue

No lo se no lo entiendo
Simplemente todo se desvaneció
Mil gracias por todo pero esto desapareció
No te recuerdo y eso lo entiendo

En silencio

En silencio me he quedado
Con una parte de ti enredada en el corazón
Simplemente contigo y sin ti en el corazón
Y como siempre con un sentimiento robado
En silencio me quedo con una amarga

Sensación en la boca
Que es sino es la más hermosa es la más larga
Siempre con unos labios frívolos en la boca
En silencio me quedo esperando tu regreso

Con lágrimas en el corazón
Una por cada beso que siempre fue negado
Y cada una dice lo mucho que te he amado
Ahora yo, encuentro la razón
De por que yo de ti no perezco

En silencio siempre en ese maldito silencio,
De lo que fue tu supuesto gran amor
Ya no siento aquellas ilusiones grabadas
Y aquellas que también fueron robadas
Con ese fuego que algún día llame amor
De mi propia vida que para ti fue un lienzo

Gracias amor mío me diste todo y más
Aunque me duele admitirlo llegamos al final
De eso que yo pensé que nunca jamás
Iba a terminar en ese terrible sueño del mal

La bruja

Aquel ser que escribe hechizos de amor
Y sin embargo no lo encuentra,
Aquel ser que busca y por mas que lo intenta
Solo encuentra mas que dolor

Bruja de mil pasiones, de mil delirios
Y sin embargo, de tantos sinsabores
Bruja de cuyos llantos son amores
Y sus amores simplemente son fortuitos

Entre mil pociones trataste de encontrar
Lo que unos simples labios
Alguna vez te quisieron dar
Y solo te quedaste con pensamientos sabios

Como un fantasma atormentado
Que nunca supo lo que era amar,
Siempre te quedaste vagando
Tanto en la tierra como en el mar

Buscaste entre tus talismanes
Algo que te protegiera
Y solo encontraste amores carnales
Tu poder, fue tu propia ceguera

Bruja, mi bruja ya no sabes lo que es amar
Tu misma caíste en tu desgracia y desesperación,
Ya no eres la misma ya no te queda convicción
Bruja pobre bruja has perdido el don de amar

Algo que debería tener título y no tiene porque así lo quise yo

Que el beso sea lento y que sea retorcido de lenguas
Que el espacio se transforme en mil poemas,
Porque mañana ya no estaré aquí para disfrutarlo
Y que mi pasado vuelva solo un poquito porque lo voy olvidando

Y si el tiempo me come, que lo haga despasito y suavecito
Que le guste mi sabor y me digiera con gusto, incluso que le cause una indigestión
Que me duelen las marcas de los dientes convertidas en años

Porque al final me iré lejos como la mariposa de Neruda
“Como la palabra melancolía” y no sabré si mañana te recordaré
O si mañana seguiré aquí, solo quiero que el beso sea lento
Y que sea retorcido de lenguas que al final terminaré por olvidar

Y esto no es un poema es algo que nació, y no nació,
Porque no tengo a mi inspiración, se fue, olvidada entre susurros
Entre llantos de la noche, del árbol más triste, de la luna más luminiscente
Y del sol más mortuorio, hoy murió algo en mi, ¿murió? Creo que se suicido…

Báilame el agua

Me encanto este poema de Daniel Valdés, este poema lo oí unos fragmentos en una peli y me dedique a buscarlo, aquí está ahora si bien estructurado y con el autor  por cierto, este es uno de los tres poemas que leeré en mi último “dime poesía”

Báilame el agua

Daniel Valdés

Báilame el agua.
Úntame de amor y otras fragancias de tu jardín secreto.
Riégame de especias que dejen mi vida impregnada de tu olor.
Sácame de quicio.
Llévame a pasear atado con una correa que apriete demasiado.
Hazme sufrir.
Aviva las ascuas.
Ponme a secar como un trapo mojado.
No desates las cuerdas hasta que sea tarde.
Sírveme un vaso de agua ardiente y bendita que me queme por dentro, que no sea tuya ni mía, que sea de todos.
Líbrame de mi estigma.
Llámame tonto.
Sacrifica tu aureola.
Perdóname.
Olvida todo lo que haya podido decir hasta ahora.
No me arrastres.
No me asustes.
Vete lejos.
Pero no sueltes mi mano.
Empecemos de nuevo.
Sangra mi labio con sanguijuelas de colores.
Fuma un cigarro para mí.
Traga el humo.
Arréglalo y que no vuelva a estropearse.
Échalo fuera.
Crúzate conmigo en una autopista a cien por hora.
Sueña retorcido.
Sueña feliz, que yo me encargaré de tus enemigos.
Dame la llave de tus oídos.
Toca mis ojos abiertos.
Nota la textura del calor.
Hasta reventar.
Sé yo mismo y no te arrepentirás.
¿Por cuánto te vendes? Regálame a tus ídolos.
Yo te enviaré a los míos.
Píllate los dedos.
Los lameré hasta que no sepan a miel.
Hasta que no dejen de ser miel.
Sal, niega todo y después vuelve.
Te invito a un café.
Caliente claro.
Y sin azucar. Sin aliento.

Miedo

Tengo miedo muero de èl, mis manos tiemblan mis pies se mueven al unisono de esta penumbra llamada terror, lo tengo, me da mucho miedo estar en donde estoy, y lo peor es que ¡no puedo salir!, estoy muerto de terror el pánico me domina, no se que hacer, quiero salir de aquí, pero las telas de las paredes son fantasmas acuosos, solemnes llenos de mi miedo, lo tengo, y me da tanto miedo esta soledad este sentir vacío. sin nada más que mis pensamientos comiéndome como si de perros con hambre se tratara, huele. ¿A qué huele?, a sexo, a mucho sexo, seco, sin amor, mis manos tiemblan este escrito me ayuda a relajarme al final, escribir alivia torturas, me acostumbro al miedo, aún así esta latente, esperándome. ahí a la vuelta de esta habitación, jugando a las escondidas, no..., más bien yo juego a las escondidas con el miedo, y con el sexo que no me alcance ¡Por Dios, que no me alcance! sólo hay fantasmas moviéndose aquí paseantes autómatas de algún vagón olvidado de ferrocarril ya extinto.

No debo dejar que me atrape el miedo, que esta sombra sexual me domine, que me haga suyo por el placer que le doy, sexo todo se mueve por el sexo, (respiro), mis ojos se enrojecen, ¿Lágrimas?, tal vez, y tal vez sea mejor aventarme al vacío, felinos a mis pies, la retórica inconclusa sigue acechándome, al final, solo respirar me ayudara a no estar aquí y a volver un fantasma ferrocarrilero.