No sé lo que quiero, aunque nunca lo he sabido,
Sé amar incondicionalmente, pero nunca nadie lo ha merecido,
Ahora te encuentras tú aquí espectador farsante,
Tratando de mirar un alma cuyo paraíso ha muerto hace tanto tiempo
Déjame bailar para ti una vez más, que mi cuerpo rechine,
Que mis ojos miren al infinito, y con un movimiento de una mano divina
Comience todo, y todo termine con el simple movimiento de una gota
Recorriendo una mejilla, la mía o la tuya no importa
¿Qué importa ya el todo y el mundo?
Déjame bailar girar en mis círculos tontos,
En mi agonía inmensa, en lo inconcluso
En lo rasgado de mi alma que no miras
Y aún así lo transparente de mi mirada
Se cruza con lo blasfemo de la tuya
Me juzgas, me destruyes, y al final
Solo me quda preguntarte
¿Por qué me miras con esa mirada inclemente?
¿Por qué te burlas de mi mirada cristalina, de mis pensamientos,
de mis ídolos, acaso ellos no están tan muertos como los tuyos?
Mira como se mueven las cuerdas como suenan, como te mueves con ellas
Marionetas somos tú y yo, y nunca nada más que eso
Mira como tus cuerdas hacen que bailes,
La libertad está sujeta por cuanto más puedas moverte
Entonces he de preguntarte ¿De qué has de burlarte?
¿De mi rechinar de dientes y de mis ojos vidriosos?,
¡Ah, oscuro lamento!, ¡Ah, como suenan las cuerdas!
Míranos tan atrapados el uno en el baile del otro
Sonriendo como muñequitos perdidos hace tanto tiempo
Sonrisas lacradas en el humo de mil pensamientos
Y los ojos, siempre como conteniendo una lágrima,
Como aves, que hace mucho perdieron la voluntad de volar
Marionetas que solo sirven para dar una función, la más grande
La de una vida vacía, triste y llena de engaños
Al final, solo cae una máscara, las cuerdas caen sobre mí
Como vidrios insonoros, traslucidos de risas, de amores, de pasiones
Descubierta una humanidad triste, efímera, sin embargo algo falta
En mi danza, solo somos marionetas tu y yo…
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