domingo, 25 de octubre de 2009

Mañana

Mañana el café dejará de saber a sal, y la música dejará de astillarme el corazón
Mañana, simplemente mañana, el sol volverá a nacer para quemarme
Para humillarme en sombras inexistentes, en castillos de plata
Que he creado y que he derrumbado.

Mis ojos se van al futuro, y mi cuerpo se queda en este presente continuo
Y de realización cierta, punible e incongruente
No quiero, ver llover, pero aquí siempre llueve
Llueve a la una, a las dos a las tres…, cuando estás cerca y cuando te vas

No deja de llover, el cielo está despejado y sigue lloviendo
No hay esperanza, o tal vez nunca la hubo…

* Escrito a medias porque anduve escribiendo una cosa de derechos de autor en otro lado

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