Ella lo esperaba con gozo y alegría, para entregarle todo su amor, una rosa eterna se encontraba en su mano, blanca y perfecta, la mano, la rosa y el tiempo esperaron, lo que podría decirse que sería una eternidad; él nunca llego, se dice que, perdido se encontraba en un bosque de espinas, cuando una se le clavo en el pecho, y el sueño de la muerte lo venció, tal vez simplemente se canso de buscarla, era más fácil conseguir una doncella del reino y ambos se perdieron en un dulce amor.
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