domingo, 26 de julio de 2009

La puta pt 1

--------------------------------------------------------------------------------------------------------

Bueno, conmemorando mis 50 escritos les traigo uno grandote titulado “La puta” me esta gustando mucho escribirlo, la descriptiva no es la mejor pero quiero que imaginen las situaciones, la siguiente parte viene el sexo, lo que mas anhelan y muchas gracias por leerme a todos..., bueno ya denle que sino nunca lo leen.

---------------------------------------------------------------------------------------------------------

Hay veces cuando las noches se convierten en sufrimientos, cuando las calles se transforman en bocas del infierno, ahí ella se para siempre noche tras noche en una esquina mugrienta, la calle siempre llena de esos bichos asquerosos que repugnan la imaginación de las personas, cucarachas caminantes que se creen dueñas de los submundos, grillos que tocan melodías melancólicas, y ratas que como policías muerden a todo aquel que se les acerca.

Ella se encontraba ahí de pie, temblando de frio bajo una luz tenue de un farol de la calle, mientras las diminutas ropas solo cubrían lo indispensable, y el cargado maquillaje daba a entender que era una chica de la noche bien pagada pero de mala vida.

Respiraba profundo, primeramente porque hacía un frío que calaba hasta los huesos y el tener tan poca ropa ayudaba menos, pensaba en los lugares cálidos que visito en su niñez aquellas playas blancas con mares azulados tan reconfortantes ahora lejanos por la frialdad de la ciudad de acero que la envolvía, la otra razón para que ella respirase profundo era para calmar sus nervios, la inseguridad es un factor que en cualquier ciudad es inminente, sobre todo para una mujer como ella, guapa, de cabello negro, piernas torneadas, abdomen plano, pechos firmes grandes y naturales y ojos azules herencia de su padre desconocido.

Miró al cielo, se escucho a lo lejos un carro, que se aproximaba con suma velocidad, la luz del faro no la dejaba ver mucho, “de todos modos si se van a acercar que se acerquen”, dijo para sus adentros, vio en la esquina y para su sorpresa observo un deportivo negro, con vidrios polarizados, la ventanilla se bajo automáticamente una voz le preguntó:

- ¿Cuánto por una noche completa? - Pregunto cínicamente el conductor del carro

Ella lo miro con una sonrisa picara y su mirada se volvió oscura ante lo que después con ya con sabienda experiencia haría, - cinco mil, mas el hotel guapo- respondió

-Ja, sube- fue lo único que le dijo a ella

Sus tacones comenzaron a sonar hasta llegar a la puerta del auto, y rápidamente se subió a él, pasaron varios minutos antes de que hablaran, ella comenzó a disfrutar el estar sentada después de todo un empleo como el suyo exige estar de pie y con tacones muy altos.

- Y dime, ¿Qué hace una chica tan guapa cómo tu en una noche como esta?- dijo pícaramente el conductor

- Nada, solo tratando de sobrevivir una noche más – dijo ella mirando hacia afuera de la ventana sin prestar atención al conductor, los edificios transcurrían en negro y dorado como siempre, mientras unos duermen los otros viven una vida más nocturna pensó

- Pero esa zona, ¿No es un tanto peligrosa? – dijo el otro, con mayor curiosiodidad

- No, no lo es, es de las más seguras que hay para chicas como yo, solo hasta que consiga un hotel o una agencia donde trabajar – dijo ella y en su voz se noto una cierta oscuridad

- ¿Cómo qué chicas cómo tú, no tendrás alguna enfermedad o sí? – dijo casi deteniendo el auto y en el proceso a punto de atropellar a un vagabundo, que acababa de robarse unos cigarrillos de mariguana los últimos que probaría antes que la cirrosis terminara por matarlo a la mañana siguiente

- No, disculpa si te hice pensar mal, cada dos meses me reviso de infecciones, me obliga a hacerlo, más que nada mi moral – dijo ella un tanto avergonzada por la situación que se encontraba

- ¿Entonces?- dijo el rechinando los dientes de ira

- Tengo 14 años – dijo mirándolo fijamente a los ojos

- ¡Creía que eras un poco más grande!, 18 o 20 pero ¡14! – su asombro era evidente

- ¡Calla! – dijo mostrando un cierto enfado por sí misma – Conduce o déjame donde me encontraste ¡decide ahora! – dijo enojada y soltó una cierta desesperación

Hubo un cierto tiempo de un silencio incomodo, mas y mas ella veía, calles que le recordaban cosas familiares, la escuela donde estudiaba se encontraba cerca a unos diez o veinte kilómetros de ahí según sus cálculos. Sonrió levente ahí era el único lugar seguro donde podía estar antes de volver a una vida llena de cosas como las que estaba viviendo.

Ella lo miro simplemente nadie le había pedido una noche completa para realizar su trabajo, por lo que nunca se había grabado el rostro de todos sus acompañantes, había clientes que por su regularidad o su fealdad o belleza se le quedaban en la memoria, el era de la última clase, se le hacía tan guapo, que fácilmente podría pasar por algún modelo de las revistas para quinceañeras o veinteañeras, que sus estúpidas compañeritas siempre veían y admiraban, “si tan solo supieran” pensó, lamentándose cada vez mas de su infortunio.

Llegaron a una casa, ni grande ni chica, simplemente era una casa normal para la concepción de ella…

No hay comentarios:

Publicar un comentario