Mañana me sacare el corazón, me levantaré de la cama que está cansada de soportar mi peso noche tras noche, tomare un café, que será el primero del año, me sentare en el suelo, para después acostarme en él, y simplemente escuchare el silencio viciado por los múltiples gritos de la calle, abriré mi boca, y ningún sonido saldrá de ella, un gato blanco se la llevo por la noche, sus ojos azules todavía me miran con lástima, mientras el sol quema las calles y el cemento se calienta hasta alturas de miles de grados, y las personas caminan como flotando, apresuradas por su misma lastima, y su pena, me encuentro ahí parado, en su silencio de multitudes. No me ven soy un fantasma.
Caminante diurno y nocturno, mis pasos no hacen que la tierra tiemble, no hacen que la gente en sus corazones sienta temor, solo hacen que yo me mueva nada mas, mientras el mundo gira, y así será después de mi muerte e incluso después de la tuya.
Solo soy uno más (uno menos, un cuarto, un medio, un kilo, no lo sé), solo el silencio me entiende en su macabra obra, protagonistas, todos en su momento, actores, mira a tu alrededor, escenario, estas sobre de este, mira bien, que el silencio es el único espectador, mientras, tu trazas la vida que dices que es tuya.
Ninguna de las frases anteriores se entrelazan entre sí y efímeramente lo hacen todas relatan tun silencio, y como se puede vivir no se qué hago debería hacer mi tarea, pero como es arriba es abajo, seguiré viendo cómo puedo perder mi tiempo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario