A través del espejo

 

Miraba yo la ventanilla del metro en la infinita oscuridad en la que a veces se sumerge este, mientras veía mi reflejo en la ventanilla, es curioso pensar, como la imagen se refleja de una manera tan profana en estas circunstancias un tanto mágica podríamos decir, miraba ese reflejo, tan efímero, a veces viene otras va, simplemente me quede absorto, ni siquiera supe cuando llegaste, mucho menos como llegaste a verme, en el metro paso tan inadvertido como un fantasma pero ahí estabas

- Jajajajajajaj – dijiste, más escandalosa tú risa no pudo ser

- Llegas siempre así – dije observando la negrura moviente del tren

- Así llego sí, siempre que tú lo pidas o te has olvidado… - Mirando con sarcasmo

- No, no lo he hecho

- ¿Es qué es tan difícil?

- ¿Qué?

- Alejarme de lo que alguna vez fui, el niño que podía seguir las reglas del sexo fácil, el que no le importaba su presente, ni su pasado, ni su futuro, el que podría convertirse en un fantasma, un asesino, un insensible, ¿Lo recuerdas?

- Si…, lo recuerdo – Lentamente levantaste la mirada, tomaste un cigarrillo no se dé donde lo sacaste solo sé que era de esos que en los comerciales de antes iba un señor montado a caballo por las praderas, y lo encendiste con tu encendedor de plata el fuego comenzó a quemar la punta aspiraste hondo, y exhalaste el humo en mi cara, todo estaba preparado para tu gran discurso, me miraste a los ojos, con tu mirada vacía - ¿Y luego? – fueron las únicas palabras que salieron de tu boca

- Solo, no sé, porque tuve que recordar lo que se sentía – Mire al suelo

- ¿Qué? - Tomaste otra bocanada profunda de tu cigarro

- Ser el que fui, el sentir ese cariño falso, el dolor de pensar en el amor como una fuente lujuriosa, exceptiva, muerta, el sentir los brazos de alguien que no amo, el volverme lo que más detesto en el mundo un puto e irónicamente me sale tan bien - Reí

- … - Una bocanada más, luego la otra – deberías probarlo es algo tan bueno

- Lo deje hace un tiempo cuando comencé a cambiar, lo sabes – dije con amargura

- ¿Cómo también dejaste de venderte al mejor postor a aquel que te hiciera sentir en las nubes o eso no lo has dejado? – Gritaste, siempre has explotado con facilidad mas ante mi ironía

- Me lo tienes que seguir recordando – Y yo, tengo mucha menos paciencia

- Te lo recuerdo para que caigas en tu verdad

- ¿Y esa es?

- Descúbrela

- No lo sé

- Es fácil observa, te preguntare

- Ok

- ¿Qué haces al estar ahí?

- Me convierto en un robot, una maquina que no piensa ni siente solo se mueve

- ¿Para qué te sirve eso?

- Para no sentir que estoy traicionándome

- ¿Y si pensarás en lo que haces?

- Sentiría que una parte de mi está muriendo

- ¿De qué te sirve entonces?

- Para olvidar

- ¿Piensas que esto es cómo una droga?

- Sí

- ¿Por qué?

- Porque me olvido de todo, y en la euforia hago que el otro haga siempre lo que yo me pido y eso me causa una risa incontenible, pues nadie me valora como debería

- ¿A qué crees que se deba esto?

- A que no dejo que nadie entre

- ¿Por…?

- No quiero que alguien como ÉL vuelva a mi vida

- ¿Por…?

- Miedo…

- ¿Por…?

- Es lo mejor para mí

- ¿Seguro?

- No

- Entonces vive tu vida

- Mientras ese demonio me case no podré hacerlo

- Todos en este mundo tienen un demonio, que los está acosando, destruyendo, en algunos casos es físico, otros es emocional, otros es mental, y unos cuantos se lo inventan

- Lo sé

- ¿Y quisieras con una varita mágica todo se resolviera?

- No

- ¿Entonces?

- Solo quiero ser feliz

- Hazlo

- Intentare

- No quiero volver a verte

- Ni yo a ti

- Entonces adiós – Y te despediste

Me quede un momento observando la ventanilla la estación decía: “Juárez Línea 2”, y tu habías desaparecido, sabiendo que esa conversación solo ocurrió en mi mente, y nada mas…