A ti:

La verdad quiero abrazarte y decirte tantas cosas, no quiero llorar pero en cuanto más lo pienso más me doy cuenta de que no vales nada, quiero pensar que aún me amas pero sé que le dedicas canciones a otra persona que le dices todo aquello que nunca me dijiste a mí, que incluso, sé tan de sobra que solo fui un juguete para tu deleite, que prometí no volver a recordarte y aquí me tienes pendejamente, volviendo a escribirte, y pensando que esta vez lo leerás, entonces misteriosamente entenderás que caíste en un error y volverás a mis brazos cuando la realidad se me estampa en la cara tan rápidamente que los del transbordador espacial que les exploto en la cara se burlarían de mi (elijan uno no me importa si ha habido varios).

A ti, solo puedo decirte ¡vete al carajo!, aunque no lo sienta, quiero decirte que sueño con tus besos aunque mi carne los rechace porque son como gusanos, que una vez dentro de la piel, solo se hunden más y más dejando una estela de podredumbre y fetidez a su paso, quiero decirte a ti y solo a ti, que seas muy feliz, porque yo lo seré, contigo o sin ti me enseñaste a tener el valor suficiente como para no estar apegado a una ilusión, por fin hoy en día busco algo real, algo tangible y algo que pueda ser, sin amistades hipócritas o por lastima, sin parejas de la misma índole, solo busco la realidad, sea lo que esto conlleve…

Adiós, para siempre serás solo una cuenta más en el rosario que cargo en el pecho y que se llama amor.

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