Hoy, te hablo de amores prohibidos, porque de los conseguidos no sé nada, quisiera desear un beso, una caricia, una ilusión, novelesca o no al final sería una ilusión, “que tu beso sea de terciopelo primero y después tan salado y fuerte como una ola marina, que tu aliento sea el de mil veranos contenidos, y que tus ojos sean como la luna vigilante y extravagante”, eso quisiera que fuera el amar para mi, desilusión es lo que recibo, ahora ya no es que la otra persona no sienta algo por mí, lo siente, el problema es que no siento yo nada por aquel, y se me hace demasiado injusto tomar de la mano a alguien cuando no siento el amor.
Quiero sí, que alguien me ame, pero también amar, no es justo solo que eso que sienta o la otra persona sienta, sea solo de una vía, porque entonces estaría jugando con sus sentimientos como tantos jugaron con los míos, y eso es lo peor que se le puede hacer a una persona, entonces es solo cuando recurro a soñar con el abrazo prohibido, con el amor prohibido, y se me hace gracioso que este me reciba tan bien.
Entonces creo que es cuando se cae en el sueño, soñar es el último recurso de los amantes y de aquellos que desean amar, se sueña en campos llenos de flores, en tormentas eróticas, en selvas virginales por explorar, o en calles burguesas donde se pueda amar, es entonces que el amor se transforma en algo filosófico e empírico, y aún así tan divertido, me divierte y entristece pues solo sé que en el sueño se puede obtener al ser ideal sin remordimientos de nada.
Eventualmente se despierta del sueño, he aquí las dos opciones se puede prohibir el amor, o se puede aceptar, o negar, al aceptar se busca el vivir el sueño, al negar se prohíbe el conocimiento de este, ambas partes son esenciales en el desarrollo de la persona, si se acepta todo nunca se conoce al rechazo, lo mismo a la inversa.
El amor prohibido para mí no es malo, solo es una forma de aprender…, bueno fin de la cita
P.D. Acaba de pasar un ángel por mi habitación
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